Mediante este pacto, los pretendientes de Helena juraron que acudirían en ayuda del pretendiente que fuera elegido como esposo de Helena en caso de que ésta le fuera disputada.
Helena, hija de Zeus y Némesis o Leda pero cuyo padre putativo era Tindáreo, era famosa por su gran belleza.
Por este motivo se presentaron en Esparta numerosos pretendientes.
[3] El pretendiente elegido fue Menelao, hermano del rey de Micenas, Agamenón.
Posteriormente el troyano Paris raptó o sedujo a Helena y el juramento realizado en Esparta obligó a todos aquellos que lo habían realizado a participar en la expedición que se organizó para conseguir la devolución de Helena a su esposo y que desembocó en la guerra de Troya.