En la mitología griega, el rapto de Helena fue realizado en Esparta por Paris, príncipe troyano.
Helena, hija de Zeus y Leda (su madre fue Némesis según otra versión) era famosa por su gran belleza.
[1] Muchos años después de este primer rapto, una vez que Helena se había casado con Menelao, fue cuando se produjo el posterior rapto que ocasionó la guerra de Troya.
En otras versiones, su intención era realizar gestiones para la vuelta a Troya de su tía Hesíone.
En algunas versiones, Menelao se hallaba ausente ya cuando llegó Paris; en otras, Menelao recibió a Paris hospitalariamente y después partió hacia Creta dejando a su esposa la tarea de ejercer de anfitriona.