Julián Plaza

Luego de iniciarse profesionalmente en la famosa década del cuarenta, pasó a ser figura de punta en la generación del cincuenta y cinco, junto a Osvaldo Berlinghieri, Leopoldo Federico, Osvaldo Requena, Atilio Stampone y otros más.

Aprendió música con su padre, que tocaba el bandoneón gracias a un curso por correspondencia.

Como en el nuevo conjunto había ya dos bandoneonistas, ocupó la plaza de pianista pues dominaba también este instrumento.

Después del compositor pero antes del ejecutante, se encuentra el arreglista o arreglador, que le imprime su propio sello a la obra antes de que sea ejecutada, y en esa tarea tuvo Plaza una especial relevancia.

Gracias al mismo aparecen allí la típica Yumba, junto a la articulación bien en staccato de las frases, con más los cambios bruscos de dinámica y orquestación que luego fueron el sello distintivo del Sexteto Tango.

Si bien influenciado por Astor Piazzolla, Plaza forjó un nítido camino propio y se ubicó entre los grandes nombres del tango, muestra de lo cual son piezas como "Danzarín", "Sensiblero", "Melancólico", "Nostálgico" y "Disonante" que fijan una inconfundible marca de estilo.

En el LP recordando a Homero Manzi, Plaza tuvo a su cargo los arreglos y el acompañamiento de Susana Rinaldi con un conjunto en que, entre otros, participaban Osvaldo Berlingheri, Ernesto Baffa y Fernando Suárez Paz.