Juana de Kent

La viuda del conde, Margarita, quedó con cuatro hijos de los que preocuparse.

Juana más tarde afirmó que ella no puso de manifiesto el matrimonio precedente con Tomás Holland porque temía que revelarlo llevara a la muerte de Tomás por traición a su regreso.

Quizás también ella se convenció de que ese temprano matrimonio era inválido.

[4]​ Con ello cometía bigamia pues su primer matrimonio, aunque no era del conocimiento público, tenía plena validez.

Algunos años más tarde, de manera inesperada, Tomás Holland regresó de las cruzadas, habiendo reunido una considerable fortuna, y todo el asunto del matrimonio secreto con Juana salió a la luz.

Juana apoyó a Holland en el conflicto, y al enterarse de esto, el conde de Salisbury, enfurecido, llegó a encarcelarla en su propia casa para evitar su partida.

El Derecho inglés era tal que el exmarido de Juana, que aún vivía, Salisbury, podía haber reclamado cualquier hijo de sus matrimonios posteriores como propios.

El matrimonio secreto que supuestamente contrajeron en 1360[9]​ habría sido inválido debido a esta prohibición.

Mientras tanto, la princesa se vio obligada a alzar otro ejército, porque los enemigos del príncipe estaban amenazando Aquitania en su ausencia.

En 1372, el Príncipe Negro intentó una última campaña para salvar las posesiones de su padre en Francia, pero su salud estaba totalmente dañada.

[cita requerida] Juana fue enterrada, según se pidió en su testamento, en los Greyfriars, el lugar donde hay actualmente un hospital, en Stamford en Lincolnshire, junto a su primer marido.

[cita requerida] Es el personaje titular en Fair Maid of Kent (1985) de Maureen Peters.

La novela también menciona sus relaciones con Tomás Holland y Guillermo Montacute.

En esa novela, muere cuando se le anuncia la muerte de su esposo.

También en 2014 aparece en la novela de Wendy Blythe Gifford, Secrets at Court ('Secretos en la corte') en la que se refiere a la investigación papal previa a su matrimonio con Eduardo de Woodstock.