Tras la ejecución de su esposo en 1330 por usurpar el poder, Juana fue otra vez encarcelada.
Juana tuvo dos hermanas menores, Matilde y Beatriz, que se convirtieron en monjas en el priorato de Aconbury.
[8] Este matrimonio con Juana fue muy beneficioso para Rogelio, pues le daba gran influencia y prestigio además de ganar un rico patrimonio.
[11] Otros doscientos cincuenta y nueve jóvenes recibieron el rango de caballero junto con Mortimer, incluido el príncipe de Gales que poco después sucedería a su padre como Eduardo II.
Tras la ceremonia se celebró un magnífico banquete en el Gran Salón de Westminster.
Durante los años siguientes, Mortimer se vio implicado en disputas baroniales en la frontera galesa; no obstante, debido a la creciente influencia de Hugo Despenser el Viejo, y Hugo Despenser el Joven sobre el rey Eduardo II, Rogelio Mortimer se vio muy distanciado de su monarca, especialmente después de que al joven Despenser se le dieran tierras que en derecho pertenecían a Mortimer.
Mortimer y su tío fueron enviados como prisioneros a la Torre de Londres,[17] donde los mantuvieron en una celda húmeda e insalubre.
[20] Fue allí donde se convirtió en el amante de la reina Isabel, quien estaba separada del rey como resultado del absoluto control que los Despenser tenían sobre el rey.
Le permitieron sólo un marco al día para sus necesidades, y con esta suma tenía que alimentar a los sirvientes.
[25] Le daban otros diez marcos adicionales per annum en Pascua y por San Miguel para nuevas ropas.
Cuando Mortimer ordenó la ejecución de Edmundo, conde de Kent, medio hermano del difunto rey Eduardo, el enfado y la indignación creció por todo el país.
Fue enterrada en la abadía de Wigmore junto a su esposo, cuyo cuerpo le había sido devuelto por Eduardo III cuando ella se lo pidió.
Entre los numerosos descendientes directos de Lady Joinville se encuentran la actual familia real británica, Sir Winston Churchill, y el primer presidente de los Estados Unidos, George Washington.