Juan Antonio Mayáns

Abandonó los estudios de Filosofía en Valencia en 1733 para acompañar a su hermano a Madrid cuando este fue nombrado bibliotecario real merced al cardenal Álvaro Cienfuegos.

Gregorio, para suplir esa carencia, le trazó un programa de estudios que incluía Francés, Matemáticas, Gramática y lecturas de Diego de Saavedra Fajardo, el abate Fleury y Juan Luis Vives, y desde entonces colaboró en las arduas empresas intelectuales y críticas de su hermano en los debates y polémicas que sostuvo con Enrique Flórez, Andrés Burriel y el padre dominico Jacinto Segura, actuando de hecho como un secretario y copista de Gregorio, quien le transmitió no pocos de sus conocimientos y destrezas críticas; sin embargo, todo ese tiempo empleado en su hermano fue a costa de abandonar su propia carrera eclesiástica, que quedó inconclusa, algo que atormentaba a ambos y que Gregorio intentó solucionar promocionándolo.

En 1739 los hermanos regresaron a Oliva y él se incorporó en 1742 a la Academia Valenciana fundada por Gregorio; para ella redactó ensayos sobre historia española que permanecen aún inéditos en su mayor parte: Notas sobre la división de obispados atribuidas al rei Wamba, que citó y valoró Flórez en su España Sagrada.

Con todo, alcanzó con esta obra un gran éxito y le prestigió para lograr el canonicato de Tortosa (1773) y luego el de Valencia (1774).

Mantuvo además un inmenso epistolario con eruditos e historiadores de la época, en particular con Juan Bautista Muñoz, creador del Archivo de Indias, Andrés Ignacio Orbe, Carlos Andrés, José Nicolás de Azara, Vicente Blasco y García, el botánico Antonio Cavanilles, Francisco Cerdá y Rico, José de Guevara Vasconcelos y Pedraja, conde de Lumiares, José de Vega y de Sentmenat, Pérez Bayer, Antonio Valladares de Sotomayor, Miguel Rubín de Celis, Antonio Sancha, Francisco Javier Vázquez Romero...[3]​ Además emprendió una tarea lexicográfica del dialecto valenciano del catalán, elaborando un Diccionario valenciano todavía inédito, y unos Refranes i sentencias recogidas por el canónigo Mayans: colección de refranes valencianos con correspondencias en castellano y en latín.