Se le reconoce como el forjador de la luz y el espacio,[2] con horarios interminables en su taller y alejado de las relaciones político-culturales.
[3] Su tierra natal, también le dedicó una calle en el 2003 en Manzanares así como fue nombrado Hijo Predilecto de Villanueva de los Infantes en 2004.
En 1959, ya dedicado a la pintura, expuso sus primeros cuadros.
En los dos siguientes años participó en la II y III Bienal de Zaragoza y en 1967 se trasladó a Haarlem, Países Bajos donde residió en "Academia 63".
En 1968 fijó su residencia en Las Palmas de Gran Canaria.