Joseph Isenschmid

Constituyó uno de los sospechosos contemporáneos a la identidad del jamás desenmascarado ejecutor conocido por el alias Jack the Ripper.

Cualquiera fuera el motivo, el mal no radicaba en la naturaleza de los hombres, sino en la lamentable insania con que la vida había castigado a algunos desventurados.

En tal contexto fue cuando tuvo lugar el arresto, la internación, y la consiguiente sospecha de culpa, que recayó sobre el infortunado Joseph Isenschmid.

Los agentes fueron atendidos por la cónyuge de Joseph Isenschmid, ya que en ese momento el requerido no se hallaba presente.

La mujer alegó que desde dos meses atrás su marido había abandonado el hogar conyugal, y únicamente regresaba en forma esporádica sin darle previo aviso.

Tras darse cuenta a las autoridades, la justicia ordenó su encierro por enajenación mental, siendo derivado al hospital de Fairfield Road, Bow.