Thompson estudió teología católica en el Ushaw College en Durham, y luego medicina en Manchester, aunque no culminó estos estudios.
Toda su vida estuvo marcada por la pobreza, por una profunda religiosidad, y por su adicción al opio.
Su obra literaria influenció notablemente a Jules Supervielle[1] y al joven escritor J. R. R. Tolkien.
En 1889 Thompson escribió el cuento The End Crowns the Work (en latín Finis Coronat Opus); esta historia presenta a un poeta joven que sacrifica mujeres como ofrenda a los dioses paganos, buscando así la inspiración del infierno para potenciar su poesía, y ganar la fama que anhelaba.
[2] El motivo esgrimido para esta acusación, fue que Francis Thomson habría sufrido de un grave desquicio psíquico impelido por su religiosidad enfermiza y su misoginia extrema.
[10][11][12] Por lo demás, la sospecha señalada sobre la posible identidad asesina oculta de Francis Thomson no recayó únicamente en esta persona, sino también en otros contemporáneos suyos, y el interés en recoger estas versiones surge porque la curiosidad en relación con estos crímenes no resueltos se mantiene aún en nuestros días.