Frederick Deeming

También se sospechó que pudo haber sido el anónimo asesino en serie apodado Jack el Destripador.En junio de ese mismo año comenzó un romance extra marital con una chica llamada Emily Mather.Se lo extraditó a Australia, país donde fue juzgado por el homicidio cometido en la ciudad de Melbourne.El criminal viajaba con frecuencia en aquella época, ya sea a bordo de buques sirviendo como marino o en calidad de tripulante, por lo que no parecía inverosímil que por entonces hubiera recalado en la capital británica.[6]​ La señalada no fue la única ocasión que este hombre incurrió en la comisión de fraudes.En 1888 Frederick Deeming viajó con su familia a Ciudad del Cabo, Sudáfrica, ganándose rápidamente fama de tramposo.Durante ese mismo año, se trasladó a la ciudad de Johannesburgo donde continúo con sus actividades ilícitas.A su vez, al saberse en Inglaterra de la ejecución del condenado, se puso de moda por algún tiempo en el East End londinense una canción cuya letra refería que desde aquel día: “repican las campanas con alegría porque ha muerto Jack el Destripador”.