Josefina Amalia Villa

[3]​ Al estallar la guerra se encontraba en Madrid donde había venido a pasar un mes.

Villa, al enterarse de quién era Landa pensó que iba a ser ejecutada allí mismo.

Había tenido un enfrentamiento en Salamanca con el falangista Alonso Cardona, quien le siguió la pista y ordenó su detención en 1939.

[4]​ En la sentencia de la causa, se hizo consignar como agravante la “diversa ayuda” que prestó la encausada a Quiñones cuando este estuvo encarcelado.

así constata en su expediente: “Afirma [ella] que no obstante conocer su notoriedad política ha seguido manteniendo relaciones con él [Quiñones], habiendo recibido las cuatro cartas citadas y también ha mantenido comunicaciones ordinarias y extraordinarias” (ATMTP, S.U.

Después fue trasladada al sanatorio penitenciario de Segovia y hacia 1946 regresó a Ventas.

[4]​ En Segovia se produjo una huelga de hambre con gran repercusión junto a otras compañeras como Manuela del Arco.