Marchó a Cádiz, donde comenzó su carrera como actor en 1770; hacia 1775 tradujo a Carlo Goldoni en una pieza que tituló El hablador, y luego tradujo varias más de este, de Pietro Chiari y de Pietro Trapassi, el famoso letrista de ópera Metastasio, empezando a adaptar también algunas.
En 1777, tras casi ocho años trabajando como actor profesional en Cádiz y habiendo escrito sus primeras comedias y sainetes, marchó a Barcelona, donde estuvo tres años actuando como "barba segundo" y empezó a trabajar como "autor", esto es, empresario teatral; pero pronto decidió formar su propia compañía y marchó a Extremadura hasta 1789, cuando se hallaba en Badajoz.
Estos autores eran Antonio Valladares de Sotomayor, Gaspar Zavala y Zamora, Luis Moncín, Vicente Rodríguez de Arellano y Luciano Francisco Comella, entre otros.
El último de sus manuscritos conservados está fechado en 1802, así que debió morir por entonces.
Concha conocía muy bien, a causa de su carrera como actor, aquello que pedía el público, por lo que su teatro diestro y bien aliñado raramente fue mal acogido y disfrutó de una cómoda carrera teatral.