José Riquelme y López-Bago

Tras el desastre de Annual, en el cual no estuvo por encontrarse en la península ibérica, protagonizó, no obstante, un enfrentamiento con el general José Sanjurjo, al indicar en sus declaraciones para el Expediente Picasso que había presentado ante sus superiores un plan según el cual la posición de Monte Arruit, donde fueron asesinados tras entregar la posición unos 3000 españoles, pudo ser auxiliada, algo que Sanjurjo, entonces comandante en jefe de las tropas en la zona, negó.La absolución del político conservador provocó que Riquelme fuera pasado a la reserva.[2]​ Desde los primeros momentos de la Guerra Civil Española se mantiene fiel al Gobierno republicano.No obstante, fue absuelto en 1938, y regresó al servicio como comandante militar de Barcelona.Durante toda la contienda Diego González Ragel fue su fotógrafo personal, nombrado a tal efecto por el Ministerio de la Guerra, en 1936.