José Ortiz Echagüe

[4]​ Es muy probable que su tío Francisco Echagüe, por entonces agregado militar en la Embajada española en París, tuviera noticia del disgusto de su sobrino José ante esa negativa y, siendo él mismo un gran aficionado a la fotografía, le regaló, cuando tenía doce años una sencilla cámara Kodak, con la que José empezó a hacer sus primeras fotografías.[5]​ En 1911 pasó a formar parte del primer grupo de cinco militares que se formaron y titularon como pilotos de aviación, título que recibió ese mismo año con el número tres.Quería aterrizar cerca de Burdeos, donde sabía que pasaba unos días el rey Alfonso XIII.Cerca de Burdeos vio un claro en las nubes y decidió aterrizar en pleno campo para estar seguro sobre su ruta.Habían utilizado como avión un biplano de fabricación francesa, modelo Nieuport 6,[8]​ con un fuselaje construido con madera y tela.En el avión no llevaban radio ni paracaídas, que se empezaron a experimentar posteriormente en la Primera Guerra Mundial.[9]​ Los dos oficiales se ofrecieron a regresar al día siguiente llevando una respuesta del Rey.En ese mismo año Ortiz Echagüe regresó desde Tetuán, con los tres aviones que había adquirido en Francia, al aeropuerto de Cuatro Vientos.Allí fue formando a los maestros que serían la base de su futura amplia actividad industrial.), que sigue siendo una empresa puntera en la industria aeroespacial, formando parte del gran consorcio europeo Airbus.Dos aviones suyos del modelo Breguet batieron en las décadas de 1920 y 1930 récords mundiales.Eran aviones monoplazas, pero, de vez en cuando llegaba algún modelo biplaza, equipado para probar pilotos veteranos.Otros de esa edad o superior tuvieron probablemente que esperar a conseguirlo en los primeros vuelos del Concorde, veinte años después (1979).José Ortiz Echagüe dirigió la empresa, primero como consejero delegado y después como presidente, desde su fundación en 1923 hasta su dimisión en 1970.Ortiz Echagüe no estaba ese día en Madrid, donde inmediatamente después fueron asesinados muchos conocidos empresarios.Para sustituir esa factoría, en la zona franquista se proyectó la construcción de una nueva factoría y el general Kindelán encargó a Ortiz Echagüe que, a medida que avanzasen las tropas, fuese recogiendo posible maquinaria para esa fábrica.En marzo de 1938 Ortiz Echagüe y su familia recibieron un duro golpe: los dos hijos mayores, que servían como marineros voluntarios en el crucero Baleares, murieron al ser torpedeado su barco por la flota republicana.Ortiz Echagüe era un gran enamorado de España y sufría, como tantos españoles, por las grandes diferencias sociales que existían en su patria al comenzar el siglo XX.Revelaba él mismo sus negativos y los que consideraba de mejor calidad los ampliaba y pasaba a papel, usando una técnica francesa denominada al carbón Fresson, corriente en su juventud, aunque pronto quedó desfasada por el mucho trabajo que requería.La escena que iba a ser fotografiada requería mucho trabajo personal, como él mismo describe: "al pasear por los pequeños pueblos, hablo con la gente, selecciono los modelos uno a uno y empiezo la tarea de vestirlos con los trajes típicos.Dicha imagen, con el papel aún húmedo, podía retocarse mediante pinceles, muñequillas de algodón o raspadores lo que daba al autor una gran libertad creativa, aunque Ortiz Echagüe procuraba reducir al mínimo los retoques.Sin un asunto interesante, una buena composición, luces bien dirigidas sobre los modelos y la correcta disposición de la escena, el procedimiento al carbón directo sobre papel Fresson daría lugar a copias vulgares.A estas colecciones se deben añadir otras dos series: Marruecos y Fotos familiares.Poco después se comenzaron a publicar ediciones en castellano con un original prólogo de José Ortega y Gasset.Pronto vio que lo mejor era editarlos él mismo y darlos luego a una distribuidora.Una vez agotados los últimos ejemplares José no se vio con fuerzas para hacer nuevas ediciones.Nacido en una familia numerosa, de ajustados recursos económicos y formado bajo disciplina militar, llevó siempre una vida austera y discreta, fomentada por su gran preocupación por las grandes diferencias sociales de España, a la que ya nos hemos referido.Cumplía sus obligaciones muy ordenadamente, lo que le permitió encontrar siempre para su familia y sus amigos.Al mismo tiempo tenía una gran sensibilidad artística, que pudo encauzar a través de la fotografía.Leía mucha buena literatura y su autor preferido era san Juan de la Cruz.
Ortiz Echagüe en su laboratorio fotográfico
Ortiz Echagüe en 1960