José Miguel González Casanova

Su actividad se ha desarrollado cómo artista plástico, teórico, ensayista, editor, curador, escenógrafo y educador.

Reconocido por proyectos interdisciplinarios, autogestivos y colaborativos, así como por su labor docente.

Lugar donde conoció al artista Adolfo Mexiac, quien lo influyó para comenzar a asistir como oyente a las clases en la Academia de San Carlos en 1979, donde también estudio bajo la tutela del artista Gilberto Aceves Navarro quien fue uno de sus principales maestros.

Estas actividades desembocaron en el apoyo a la campaña como diputado de Felipe Ehrenberg, donde González Casanova destaca el aprendizaje de las estrategias del arte contemporáneo, como herramienta y plataforma para la intervención social.

Siendo una importante apertura en la obra de González Casanova que reforzó su discurso y práctica sobre la interacción e intercambio con el público.

José Miguel González Casanova muestra en su trabajo al arte junto con la capacidad creativa como herramientas para intervenir las estructuras jerarquizadas, en las que las cosas se imponen a los receptores.

Donde el proceso creativo es un espacio para el diálogo e intercambio, del que surgen la producción y desarrollo de sus proyectos.

Desde los modelos del arte y la educación, este proyecto se dirige a pensar en colectivo ¿Cómo vivir en el capitalismo sin dinero?

El Banco de los Irreales, desde su nombre hace contrapunto simbólico a la moneda local, el real, proponiendo se estableciera en el contexto social, más allá del espacio del museo, como un modelo alterno de intercambio retomando la idea básica del “Tiempo Dinero”, pero para cuestionar su valor al afirmarlo como experiencia particular e intersubjetiva.

Y desde la nueva etapa del sistema capitalista que afirma la producción simbólica, la representación financiera y de las industrias del espectáculo, como principal productora de riqueza.

[5]​[6]​[7]​ Proyecto realizado como una encuesta de deseos en México, Colombia, Venezuela, Cuba y Argentina.

El Seminario es un proyecto educativo que considera que el aprendizaje del arte se da en la generación de experiencias comunes, en las que se integran artistas y públicos específicos, de esta forma, los alumnos son a la vez maestros, así como el público deviene creador.

En estas experiencias estéticas compartidas, generadas por los participantes de este proyecto, se amplían y entrecruzan los campos de la educación y del arte, tanto entre nosotros, como en la relación con los públicos que cada obra plantea.

[9]​ El proyecto educativo Medios Múltiples ha demostrado generar artistas sobresalientes que cuentan con una especial relevancia y trayectoria en el arte, quienes a partir de ser integrantes del seminario continúan realizando proyectos destacados nacional e internacionalmente.

También se ha contado con programas educativos que han posibilitado la participación con artistas invitados Nacionales e Internacionales como Shirley Paes-Leme (Brasil), Martín Dufrasne (Canadá), Rosângela Rennó (Brasil), Julio Ruslán Torres (Cuba), y Carlos Capelán (Uruguay), Marcos Ramirez ERRE (México), Yuri Firmeza (Brasil), entre otros, así como trabajo con teóricos y gestores locales (Jorge Reynoso Pollens, Edgardo Ganado, Blanca Gutiérrez, Víctor Muñoz y Eduardo Rodríguez).

Se caracteriza principalmente por ser un taller que propone la formación académica a través de la producción-investigación artística desde las prácticas multi, inter, y trans-disciplinarias.

Donde treinta artistas ocuparon el espacio -cada uno durante dos días, en el transcurso de tres meses- con un proyecto que integró tanto a comunidades específicas, como al público general del museo, a participar de una experiencia estética abierta al diálogo y la colaboración.

Al final del proceso, las piezas y documentos que se crearon colectivamente quedarán en exposición durante un mes.

En dicho lugar José Miguel González Casanova desarrollo de 1995 a 1997, un proyecto con sus alumnos de la Escuela Nacional de Artes Plásticas, en el que plantearon una producción artística para el mismo sitio y su comunidad, al margen del limitado mundo del arte concentrado en galerías y museos.

En 1993 organizaron el espacio independiente Temistocles 44, ubicado en Polanco, y fue experiencia muy importante de todos los participantes, que además dio pauta para la creación de varios espacios similares que más tarde otros artistas organizaron en diversos lugares de la ciudad.