José María Lafragua

Su padre falleció a los 20 días de haber nacido, por lo que su familia cayó en una precaria situación económica.

Estudió sus primeros años en el Colegio de San Luis, y cuando tuvo la edad de 11, ingresó al Colegio Carolino y un año después, en 1825, recibió unas becas para continuar sus estudios.

Por esos años, fue uno de los escribientes auxiliares del obispado y de la cámara del propio obispo José Antonio Joaquín Pérez Martínez y Robles,[2]​ el cual le otorgó su protección, y gracias a este prelado conoció personajes importantes, así como también tuvo acceso a la Biblioteca Palafoxiana.

Terminados sus estudios se afilió al Partido Federalista y a la logia masónica de rito Yorkino.

En 1839 se trasladó a la Ciudad de México y escribió en “El Cosmopolita” hasta 1841, cuando se decidió a reiniciar sus textos en El Apuntador en México y La Abeja Poblana en Puebla.