Su gestión presenta un tono continuista en relación con las épocas en las que estuvo dirigido por su padre y, posteriormente, por su madre viuda.En el taller, bajo sus órdenes, debió de trabajar su hermano José Remigio, pues en 1775 se notifica a este una orden del Consejo Real de Navarra dirigida a todos los impresores pamploneses.[5] Josefa Burguete, enferma, en 1784 hizo testamento en favor de José Francisco Rada, el hijo mayor y el que se había hecho cargo del negocio familiar.En este mismo inmueble aparece como “casero” Antonio Barangot, fabricante de naipes del Hospital General, que aquí reside con su familia.La actividad de José Francisco Rada rebasa el siglo XVIII y se adentra en la primera década del siguiente.Buena parte de los trabajos son publicaciones anuales litúrgicas, como Ordo recitandi officium divinum –coloquialmente llamado "Gallofa" o "Añalejo", por su periodicidad—, que regularmente le encarga el Hospital General, que tiene el privilegio de su venta.Predominan las obras en latín, que casi representan dos terceras partes del total.La calidad técnica es aceptable y desde el punto de vista estético recoge las pautas del neoclasicismo tipográfico.
Titulares de la imprenta Neira-Rada (1696-1806)
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