Joaquina Téllez-Girón y Pimentel

Sus padres, parangón de la aristocracia ilustrada, eran destacados mecenas de literatos, músicos y artistas como el pintor Francisco de Goya, a quien encargaron numerosas pinturas y retratos familiares.

La duquesa de Osuna repartió estos títulos entre sus hijos menores.

[1]​ En 1830, cuando Fernando VII tuvo noticia del embarazo de su esposa, la reina María Cristina, la marquesa de Santa Cruz fue nombrada aya del infante que naciese, la futura Isabel II, cargó que extendió en 1831 a su hermana la infanta Luisa Fernanda y al que unió en 1833 el de camarera mayor de Palacio, que suponía la jefatura de la servidumbre femenina en la corte.

A la muerte del rey en 1834, la ahora reina gobernadora la confirmó en estas funciones, que la marquesa de Santa Cruz siguió cumpliendo hasta el pronunciamiento liberal de 1840 que envió al exilio a María Cristina y trajo la regencia del general Espartero.

[1]​ Entonces, las Cortes nombraron tutor de la reina niña y la infanta al político Agustín Argüelles, que decidió encargar su educación a una dama liberal, la condesa de Espoz y Mina, manteniendo a la marquesa de Santa Cruz en su cargo de camarera mayor.

Goya, Los duques de Osuna y sus hijos , 1796. Óleo sobre lienzo.
Goya, La marquesa de Santa Cruz , 1805.
Óleo sobre lienzo, 125x208 cm.