[3] Desde muy joven estuvo consagrado al servicio real en el regimiento de Guardias Españolas.
[2] Por orden de su general trajo a Madrid cien estandartes tomados del enemigo, los cuales el rey Felipe V mandó colocar en la basílica de Atocha.
[2] El procedimiento judicial se prolongó cuatro años y fue objeto de gran escándalo en la Corte, pues la duquesa viuda llegó al extremo de presentar un documento falsificado para demostrar que, al fundarse el ducado de Osuna en el siglo XVI, no se había prescrito la obligación de sucesión masculina.
[6] El jesuita José Antonio Pastor fue encargado de pronunciar la oración fúnebre —que se imprimió en Madrid en aquél mismo año— en la Real Congregación de San Francisco Javier.
Respecto a la producción de espectáculos dramático-musicales, el mecenazgo del duque abarcó tanto la gestación de las obras como su estreno en los teatros públicos.
[15] Ocasionalmente, las obras se estrenaron en el teatro particular que disponía dentro de las dependencias de su palacio madrileño, al menos hasta su destrucción por un incendio, en 1723.