Su madre, María Josefa Ferrero y Pons Ribelles, era hija de una destacada familia ontiñentina.
Cuando Joaquín José Cervino contaba con tan solo veintiún días, su padre fue destinado a Santiago de Compostela.
Joaquín José cursó sus primeros estudios en esta ciudad y más tarde prosiguió su formación en Valencia, licenciándose en Derecho en 1842.
Eligió la actividad judicial y comenzó a trabajar en el juzgado de Onteniente.
El matrimonio tuvo dos hijos, Marcelo y María de los Dolores.