Organizó asimismo el carlismo en Berga, y al estallar la tercera guerra carlista se lanzó a la campaña en abril de 1872, entrando en varias poblaciones y logrando atraer a muchos antiguos liberales.Los voluntarios carlistas, casi todos bisoños, se espantaron un poco al comenzar el tiroteo y ver dos o tres heridos, pero la serenidad de Galcerán les hizo mantener el valor.Aquella victoria proporcionó algunos días de descanso a los carlistas y les permitió aumentar sus efectivos.Más tarde Jerónimo Galcerán atacó Tarrasa y entró en el recinto de la ciudad.En 2003 fue erigido un nuevo monumento en el lugar del anterior,[2] pero en la década de 2010 le cayó un rayo y actualmente se encuentra en ruinas.Logró escapar de prisión y se fue al campo carlista, tomando parte en varias acciones.