Jerónimo de Balbás

Su formación inicial tuvo lugar en España, donde estuvo profundamente influenciado por el contexto artístico del barroco, caracterizado por su dramatismo, ornamentación exuberante y capacidad para generar un alto impacto visual.

Es probable que Balbás haya trabajado en el taller de José de Churriguera, destacado arquitecto y escultor barroco, cuyo estilo, conocido como churrigueresco, se basaba en una ornamentación detallada y una complejidad escenográfica.

[1]​ Esta monumental obra se destaca por su imponente estructura vertical, organizada en tres calles delimitadas por estípites, un elemento decorativo distintivo del estilo churrigueresco, introducido por Balbás en el barroco mexicano.

En la calle central, se encuentran dos lienzos del pintor Juan Rodríguez Juárez: La Adoración de los Reyes y La Asunción.

En el barroco novohispano, los estípites de influencia churrigueresca se usaron extensamente en retablos, formando estructuras verticales que parecían desafiar la gravedad.

La ornamentación dorada se aplicaba en capas, generando una luminosidad particular que contrastaba con la piedra y madera de las iglesias novohispanas.

Lamentablemente, esta obra ha desaparecido con el tiempo, aunque existen referencias documentales que describen su estilo y características.

Este estilo no solo se mantuvo en México, sino que también influyó en otras regiones de América Latina, donde el churrigueresco fue adaptado a diferentes contextos culturales y religiosos, dejando un impacto duradero en el arte sacro de la región.

Su obra ayudó a consolidar un lenguaje artístico propio de Nueva España, cuyo impacto puede rastrearse en la evolución del arte y la arquitectura sacra en toda América Latina.

Balbás también empleaba técnicas de policromía, que le permitían dar profundidad y realismo a las esculturas, especialmente en las vestimentas y expresiones faciales, generando un impacto visual que realzaba el dramatismo barroco.