Nacido en Valenciennes, Francia,[2] durante la Segunda Guerra Mundial estuvo alistado en el ejército y fue hecho prisionero por los alemanes.
El gendarme de Saint-Tropez se llevó a cabo sin problemas, pero en el segundo film, Le gendarme à New-York, surgió un embrollo entre Lefebvre y Jean Girault, por lo que el director le apartó durante un tiempo del proyecto, motivo por el cual su actuación en la citada película fue breve.
Tras su colaboración en Les Tontons flingueurs, Jean Lefebvre y Bernard Blier trabajaron a menudo en comedias sin pretensiones, recordando su asociación a la de los hermanos Volfoni, protagonistas de aquella película : Quand passent les faisans en 1965, Du mou dans la gâchette en 1966, C'est pas parce qu'on a rien à dire qu'il faut fermer sa gueule en 1974, o Un idiot à Paris y Le Fou du labo IV.
Su apetito por el juego dio a su trayectoria un rumbo cada vez menos glorioso, disminuyendo sus éxitos en los años 1980 y aceptando participar en rodajes sin tener en cuenta la calidad de los guiones, a fin de pagar sus múltiples deudas.
A pesar de ello, en sus últimos años se distinguió con su actuación en la obra teatral Les Jumeaux.