[1] En España, la preparación más habitual del jamón es salado en crudo y curado de forma natural.[7] Larousse Gastronomiquecódigo: fra promovido al código: fr afirma un origen en Galia.[8] Sin duda ya estaba bien establecido en la época romana, como demuestra un comercio de importación desde la Galia mencionado por Marcus Terentius Varro en sus escritos.[9] Debido al proceso de conservación, el jamón es un alimento o ingrediente compuesto, ya que se compone de la carne original, así como de los restos del agente o agentes conservantes, como la sal, pero sigue siendo reconocido como un alimento por derecho propio.Se clasifica generalmente según la cantidad de bellota que haya consumido antes del sacrificio.Para valorar su calidad solo existe la clasificación oficial, que además debe quedar plasmada en la etiqueta identificativa de la pieza (vitola).En cuanto a la clasificación, reglamentación y aplicación de la norma en relación con el jamón ibérico se puede consultar el Real Decreto 1083/2001 y modificaciones posteriores.En toda la zona noroeste de España los jamones también se curan tradicionalmente ahumados.[19] El término «prosciutto» se refiere a un corte de la carne del cerdo correspondiente al miembro posterior.[23] Entre las recomendaciones figuraba que, salvo en muy raras ocasiones, la gente debería evitar comer jamón u otras carnes procesadas -productos cárnicos curados, ahumados, salados o conservados químicamente, como beicon, perritos calientes, salchichas,[24] salami,[25] y el pastrami.