Jaime I de Jérica

Una vez muerto su hermano, y ya durante el reinado de su sobrino Alfonso III de Aragón, utilizó su influencia para conseguir que este último jurase el conocido Privilegio de la Unión.

Aunque su padre, el rey Jaime I, legitimó en su testamento de 1272 a él y a su hermano Pedro I de Ayerbe, en ningún momento los llama infantes como a sus hijos habidos del matrimonio con Violante de Hungría, sino que los denomina simplemente como hijos, mientras que a Fernando Sánchez de Castro y Pedro Fernández de Híjar los denomina como hijos naturales.

No los equipara para nada con los infantes y solamente les da la opción de heredar los reinos si se diera la situación de que ambos murieran sin descendientes.

Aun así su padre recurría tanto a él como a su hermano de forma conjunta para distintas tareas y según los documentos de la cancillería el trato entre ambos hermanos con su padre era bueno.

Actualmente sus restos mortales se encuentran desaparecidos.

Escudo de la Casa de Vidaure, de la que descendía Jaime de Jérica a través de su madre Teresa Gil de Vidaure .