Sin embargo, la historia de Jacques es continuamente interrumpida por otros personajes y diversos percances cómicos.
Otros personajes en el libro cuentan historias, así, y ellos también, se interrumpen continuamente.
Hay incluso un personaje "lector" que interrumpe periódicamente al narrador con preguntas, objeciones y exigencias para obtener más información o detalles.
El libro está lleno de personajes contradictorios y otras realidades enfrentadas.
Al igual que Jacques el fatalista, Sterne presenta una trama no lineal e intrincada, pero las similitudes entre ambas obras son meramente anecdóticas y de estilo.
Sin embargo, hoy en día críticos como John Robert Loy han caracterizado las obras de Diderot, no como fatalista, ya que define una creencia religiosa y Jacques no es creyente, sino como determinista (en el sentido epistemológico de la palabra).