La izquierda independentista catalana (Esquerra Independentista catalana en catalán) es el nombre que recibe, desde finales de la década de 1960, concretamente con la aparición del Partit Socialista d'Alliberament Nacional (PSAN), el movimiento político que propugna la independencia, el socialismo y más recientemente también la liberación de género en la comunidad autónoma española de Cataluña y otras comunidades autónomas como la Comunidad Valenciana y las Islas Baleares.
El PSAN-oficial continúo su política de participación crítica en las instancias unitarias del antifranquismo, hasta que cristalizó la reforma en el Estado español (1977).
La segunda escisión en 1977 formaría el Moviment d'Unificació Marxista (MUM) y una tercera en 1980 daría lugar a Nacionalistes d'Esquerra (NE) en Cataluña, que se incorporaría a la legalidad reformista, aceptando la división autonómica y adoptando un planteamiento social reformista, mientras en la Comunidad Valenciana el sector "posibilista" se escindió formando el Agrupament d'Esquerra del País Valencià (AEPV).
[5] Entrados los años 80 y consolidada la transición española, tanto el PSAN como IPC (nueva sigla del PSAN-provisional) decidieron unir fuerzas, en unos momentos de debilidad organizativa, en el Moviment de Defensa de la Terra (MDT), que se convertiría por aquel entonces en el referente político unitario del movimiento independentista, pero pocos años después, el 1987, una nueva escisión que partiría el MDT en dos (siguiendo las estrategias divergentes de los dos partidos que la integraban) y la posterior entrada en escena de ERC, en clara competencia política al abrazar el independentismo explícito en su declaración ideológica en 1989, debilitaron nuevamente la Esquerra Independentista, y no resurgiría hasta principios del siglo XXI con el llamado Proceso de Vinaroz (Procés de Vinaròs), dónde poco a poco se pondrían las bases que acabarían por conformar la Candidatura d'Unitat Popular (CUP).
a Votos atribuibles en Cataluña, Comunidad Valenciana y Baleares.