Excavaciones realizadas en Pailón y en la traza del gasoducto de Bolivia al Brasil confirman la presencia chané en la región desde el siglo VIII.
Los chanés establecieron relaciones comerciales con los quechuas del Imperio incaico y tribus arahuacas como los moxos.
Los quechuas establecieron varios fuertes en los valles poblados por chanés entre la serranía de la Siberia y el río Guapay.
Previo a la llegada de los españoles, los guaraníes (a quienes también se conocen como chiriguanos) invadieron los llanos y valles chanés en el siglo XV, derrotando al inca Guacane y a su hermano Condori, y los soldados quechuas se retiraron hasta la región de Pojo.
Los guaraníes ocuparon Samaipata donde tomaron a las mujeres quechuas y chanés.
El cacique Grigotá logró una victoria contra los chiriguanos, pero finalmente también su territorio sucumbió a la invasión guaraní que dominó toda la región.
Muchas mujeres chanés fueron tomadas como esposas de sus amos guaraníes, lo que dio lugar a cierta fusión de ambos pueblos que dio lugar al conjunto chiriguano.
Eran un pueblo sedentario, construían asentamientos densamente poblados, con grandes casas comunes y rodeados de sus cultivos.
En Bolivia viven a lo largo del río Parapetí en el departamento de Santa Cruz.