Hay muchas historias del siglo XIX, todas contradictorias y sin imparcialidad.
En las paredes del pozo había claras marcas de un zapapico (pico o picota).
Los símbolos asociados con dicha traducción aparecen en el libro True Tales of Buried Treasure, del explorador e historiador Edward Rowe Snow, en 1951.
Se intentó otra excavación en 1861 por la compañía Oak Island Association, la cual colapsó el fondo del pozo para toparse con una caverna natural.
Franklin Delano Roosevelt formó parte del Old Gold Salvage group de 1909 y se mantuvo al tanto durante casi toda su vida.
Luego se aventuró hasta Inglaterra y conversó con Harold Tom Wilkins, autor de Captain Kidd and His Skeleton Island, pensando haber encontrado relación entre la isla del Roble y el mapa del libro de Wilkins.
En 1939, informó al rey Jorge VI del Reino Unido de sus avances.
Para aquel entonces el sitio ya estaba lleno de escombros, por lo que la propiedad del objeto es cuestionable.
[11] Alrededor de 1967, Daniel C. Blankenship y David Tobias formaron la Triton Alliance, Ltd.
Durante los 90, se retrasaron las exploraciones por pleitos legales entre los socios de la empresa Triton.
[14] También dicen que «marcas de herramientas» o huellas de zapapicos se encontraron en las paredes del pozo del dinero y que el suelo estaba flojo y no sólido con el circundante.
[14] Una expedición encontró el túnel inundado a 90 pies, alíneado con piedras planas.
[16] si las estructuras ya estaban ahí antes de la excavación o fueron dejadas por algunos exploradores es algo desconocido.
[15] Algunos sostienen que Kidd, en acuerdo con Henry Avery, emplearon la isla como comunidad pseudobancaria entre ambos.
[21][22][23][24] Varias hondonadas y cuevas subterráneas (supuestas trampas) están dispersas por toda la isla.
[25] Pozos parecidos al del dinero han sido descubiertos en el área.
Esto le hizo teorizar que la playa es un enorme sifón, llevando agua desde el océano al pozo mediante un túnel artificial.
El propósito de las fibras es discutible; una muestra fue enviada al Instituto Smithsoniano a inicios del siglo XX, y se concluyó que el material era fibra de coco.
Esta piedra caliza se disuelve al contacto constante con el agua formando cavidades subterráneas.
Los científicos después de ver los vídeos tomados en 1971 no llegaron a conclusión alguna.