Túpac Yupanqui
Murió en Chinchero, tal vez envenenado por una de sus esposas llamada Chuqui Ocllo para favorecer a su hijo.Sin embargo, tras haberlo escogido como sucesor, se rectificó a último momento y designó como inca (emperador) al muy joven Huayna Cápac.Su momia perduró hasta la guerra civil incaica, durante la cual los soldados quiteños de los generales Quizquiz y Chalcuchímac la quemaron en venganza por haber conquistado Quito.La Cápac Panaca, que conforma su descendencia, recogió las cenizas y las habría escondido por Calispuquio junto a su deidad tutelar.Tales actitudes hicieron cambiar de opinión a Pachacútec, por lo que nombró como su sucesor a Túpac Yupanqui y, cuando el Inca se encontraba ya muy anciano, le dejó asumir casi todo el poder (cogobierno).La elección recayó en el joven Túpac Yupanqui, quien hasta entonces había recibido una estricta educación dentro del Coricancha.Como la ciudad se encuentra en medio del desierto, no tardó muchos días en anunciar la rendición.Era la tierra de los tallanes y bracamoros, este último gente salvaje que empeñaba duro, pero no detenía a los ejércitos del Cuzco.Túpac Yupanqui intentó un acuerdo, pero los orgullosos habitantes se negaron a someterse y, habiéndose aliado con el igualmente combativo Quillaco de Quitu, lucharon abiertamente.Por primera vez en su vida Túpac Yupanqui se arriesgó a la derrota y sólo su valentía decidió el día.Toda la región quedó ahora en manos de los incas que ocuparon Tomebamba, llegando incluso hasta la misma Quito.Por esto decidió apelar a otros recursos para conseguir la derrota definitiva de tan recia gente.Ante esto, grandes celebraciones se darían inicio y en plena fiesta los soldados del joven Túpac Yupanqui irrumpirían contra las principales posiciones defensivas para tomarlas.Aquí la lucha se hizo más dura y costó muchas vidas el tomarla.Cargado de honores y botines, Túpac Yupanqui finalmente regresó a la capital incaica.En 1471, con la muerte de Pachacútec, Túpac Yupanqui fue coronado con la mascapaicha como Sapa Inca a sus 30 años aproximadamente.En afanes de continuar la expansión del imperio dirigió una campaña en el Antisuyo (región selvática).Por desprecio fueron desollados y con sus pieles fueron hechos tambores de guerra dejados como dotación al ejército.El carácter indomable del soberano, sin embargo, no tenía por qué permitirle un largo descanso.Quedaban inmensos territorios al sur del imperio, casi inexplorados y el Inca decidió ir allí con sus tropas.Sin embargo, sus ejércitos desconocieron las dificultades vividas por los conquistadores españoles y llegaron fácilmente al río Maule.Aquí se encontraron enfrentados a la etnia mapuche, pueblo orgulloso e indomable que defendería sus tierras del dominio de los españoles hasta 1800.Ya subyugados, incursionó el territorio y logró encontrarse con los chiriguanos, teniendo enfrentamientos con estos, posteriormente tuvo que abandonar la región para avanzar hacia el sur, llevándose consigo a muchos indios subyugados como mitimaes que serían puestos en las fortalezas del Tucumán.Su momia, junto a su ídolo Cuxichuri, fue guardada por su panaca la Cápac Ayllu en su palacio de Pucamarca.Sus cenizas fueron recolectadas por la Cápac Ayllu y ocultadas en Calispuquio, donde siguen escondidas hasta el día de hoy.Todos sus principales representantes fueron masacrados, las propiedades familiares confiscadas y la propia momia de Túpac Yupanqui ultrajada e incendiada.[18] Esta hipótesis es apoyada por la travesía que hizo el explorador noruego Thor Heyerdahl, denominada Kon-tiki en honor al dios de los incas, Huiracocha, el creador del universo, pues Kon-tiki es una advocación del mismo.Las mismas fuentes afirman que ya muy cansados por la prolongada ocupación, los incas buscaron en los intereses coloniales españoles y la ocupación pretendida por Diego de Almagro, la oportunidad de ajustar cuentas con su antiguo enemigo, pero ello derivó desafortunadamente para sus pretensiones en un nuevo retroceso, esta vez doscientos kilómetros al norte al valle del Choapa.La denominación inka, significa ‘ladrón’ en idioma mapuche,[cita requerida] lo que podría sugerir que nunca fueron bien recibidos por los locales, quienes en cantos ancestrales denuncian a los incas robando alimentos y realizando sacrificios humanos,[cita requerida] de lo cual derivaría el nombre Huelén (‘dolor’), denominación mapuche original del cerro Santa Lucía, en el centro de la actual ciudad de Santiago.Datos aportados por crónicas españolas, tales como el Informe de Miguel de Olavarría[cita requerida] o el del padre Giovanni Anello Oliva[cita requerida] en su Historia del Perú (publicada en una traducción al francés) indican que la expansión inca habría llegado más al sur, o que posteriormente se habría producido última expansión o invasión más al sur hasta el río Biobío.