Ikko Tanaka

Además de su labor como diseñador, es innegable el trabajo que realizó para revitalizar y conservar la tradicional cultura japonesa.

Nació en Nara -una importante ciudad del sur de Japón-, su familia apoyó su temprana inclinación artística, desde pequeño quiso identificarse con Occidente.

Todo ello le permitió abrir, en 1963, su propia agencia, a la que llamó Estudio de Diseño Ikko Tanaka.

En todos los ámbitos se imitó el modelo occidental; en los sectores económico e industrial posibilitó la modernización del país.

Esta estrategia dio muy buen resultado, en muy poco tiempo -todavía en la década de los cincuenta-, el diseño gráfico japonés comenzó a ser reconocido internacionalmente.

Desde antiguo había sido un importante núcleo comercial, -condición sine qua non para la práctica del diseño-.

Por otro lado, la guerra no se había cebado tanto con esta región como con Tokio, y por ello gozaba de condiciones mejores que la capital.

Éste tenía experiencia como diseñador en París, por ello empleaban técnicas de estampado europeas -hasta el momento poco conocidas en Japón- y trabajaba con material proveniente del Viejo Continente.

La Escuela Rinpa, es un movimiento artístico de principios del siglo XII, con la que Tanaka se sintió muy identificado.

En este estilo Tanaka encuentra una gran fuente de elementos formales que más tarde empleará en sus obras.

La integración de escritura japonesa –ya por sí mismo un arte- en la obra, que convierte a los signos lingüísticos en elementos formales.

Para rescatar este generó olvidado Tanaka organizó una representación de teatro No, en un lugar en el que entraran tres mil personas y en la que participaron actores famosos, dando un gran impulso a este género.

Posteriormente viajó en diversas ocasiones a Europa y Estados Unidos para acabar de sumergirse en este mundo.

La composición a partir de figuras de tintas planas y llamativas, fue uno de sus recursos más usados; aunque encontramos otras técnicas como: collage, grabado, composición tipográfica, degradación, fotografía, ilustración… Su rasgo más característico la fusión entre el mundo tradicional oriental con la estética moderna dictada por la cultura occidental; el resultado es un lenguaje propio del autor que integra el imaginario tradicional japonés, en imágenes indiscutiblemente modernas.

Aunque es concepto que actualmente no nos escandaliza -estamos habituados a la globalización mundial-, en su época fue un posicionamiento incomprensible y muy mal visto por sus compatriotas; el proceso de modernización hacía incompatible la convivencia con obras tradicionales.

Influido por las corrientes artísticas occidentales, jugó con las figuras geométricas básicas, círculo, triángulo y cuadrado, que podemos encontrar en muchos de sus trabajos.

Estas formas generalmente daban un aspecto estático a las imágenes, aunque en ocasiones ciertas figuras o composiciones diagonales lograban cierto efecto de dinamismo.

Dedicó mucho tiempo para la comprensión y análisis del arte japonés, especialmente con el movimiento Rimpa.

Cartel Teatro No.
Bauhaus Dessau.
Toshusai Sharaku – Otani Oniji II, 1794. El actor de Kabuki Otani Oniji II en el papel de Yakko Edobe.
Diseño gráfico japonés
Diseño gráfico japonés
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