Su activa carrera como grabador parece haber abarcado sólo diez meses, desde mediados de 1794 hasta 1795.
Sin embargo en ese breve lapso dejó 144 obras, que dan muestra de su gran genialidad.
El nombre Sharaku sería tomado de sharakusai, "sin sentido", y se trataría una broma entre los artistas.
Los cambios estilísticos de Sharaku, con cuatro estilos marcadamente diferentes en su corta carrera, podrían dar credibilidad a esta afirmación.
Se caracteriza por retratos de una o dos figuras, generalmente de medio cuerpo, donde el principal protagonismo está en la expresión del actor representado, tratada con una gran introspección psicológica, y con un cierto tono burlesco, mostrando sin pudor los defectos del rostro o gestos grotescos y dramáticos, con un cierto aire caricaturesco.