[3] Este término fue resignificado como un templo cristiano por Pablo de Tarso en sus Epístolas paulinas.Este es un topónimo parlante que recuerda la existencia de los numerosos templos que había en su término municipal: hasta cinco ermitas y dos iglesias en el siglo XIX d. C. junto con el ya entonces desaparecido monasterio-albergue de San Bol.Su territorio está representado en la hoja MTN50 (escala 1:50 000) 237 del Mapa Topográfico Nacional.A nivel general, Iglesias forma parte de la cuenca del Duero, depresión de origen terciario colmatada por materiales continentales que posteriormente fueron erosionados y recubiertos por sedimentos cuaternarios.El término de Iglesias se encuentra en la cuenca hidrográfica del Duero, cuyos cursos fluviales, a nivel general, se caracterizan por la irregularidad de su caudal, con estiajes en época estival y crecidas en otoño e invierno debido a la lluvia.Todos ellos acaban confluyendo con el río Arlanzón aguas abajo de Iglesias.Hay escasos registros sobre Iglesias anteriores al siglo XIV d. C. Su nombre aparece por primera vez citado hacia 1250 por el padre Enrique Flórez en su obra "España sagrada" como "Eglesias", entre los pueblos que tributaban al obispado de Burgos.La iglesia parroquial de San Baudelio, convertida después en ermita, se conservó al menos hasta 1819 en que una visita pastoral consignó su estado ruinoso.[8]Aparte de estos despoblados se conservaban a mediados del siglo XIX cinco ermitas que cita Madoz: San Miguel del Páramo, Nuestra Señora de Bustillos o San Pedro de Bustillos, Santa Centola, Santa Cruz y Santa Eulalia.Tiene, además, otra portada bajo la torre, clasicista, de medio punto, con arcos, molduras, pilastrones y friso liso, bajo un tejadillo.La torre es cuadrada con pilastrones hasta el tejado, molduras en alero, gárgolas de cañón y remate en pináculos-bolas con ocho huecos y varias campanas, tiene además un campanillo en una pequeña espadaña en el ábside.El retablo mayor es barroco, de Fernando Peña y Francisco A. Munar.San Miguel del Páramo, considerado como yacimiento arqueológico pendiente de explotar y que tiene sus orígenes en el medievo.