El relieve del municipio se caracteriza por un terreno llano propio de la Submeseta Norte con algunos páramos y pequeñas elevaciones.
El documento más antiguo en el que se la menciona es del año 968 y aparece también nombrada en el Cartulario de Arlanza.
Posteriormente Carlos V concedió derechos a la familia de los Castro, que tenían en Celada su palacio.
Junto a la portada hay un arcosolio ojival que debió servir para sepultura.
De las tres capillas que hay, una está dedicada al Santísimo Cristo, con una imagen del siglo XIV-XV; la capilla opuesta tiene una imagen de la Virgen sedente con el niño del siglo XIII.
En esta misma capilla hay un panteón en piedra, de un caballero y una señora yacentes con dos perros a los pies, disputándose un hueso.