A esa ceremonia asistieron los Marqueses Don Gaspar y Doña María Manuela Fernández de Valenzuela.
La marquesa ordenó que fueran colocados en la iglesia de Rafal donde todavía permanecen.
Fue ensanchado el templo hasta su ancho actual y se amplió la separación entre el altar y el fondo del templo, creándose una puerta orientada como la actual puerta principal, pero varios metros más cerca del altar.
En el periodo 1925-1927 con Carlos Irles Vinal como párroco, se realizó la última ampliación que le dio al templo sus dimensiones actuales y su actual aspecto exterior con el derribo de la parte alta del pequeño campanario y la construcción del actual con cuatro campanas, con la excepción del reloj que fue incorporado en 1948 junto a las tres campanas que marcan las horas.
También se construyó una planta elevada (coro), a la que se accede a través de la torre del campanario y en la que son colocados los músicos en aquellas misas con orquesta.
La ceremonia fue presidida por el Obispo de Orihuela junto al cura Rafael Cubí Zambrana, que regentaba la parroquia en aquellas fechas.