Se trata de un municipio hispanófono, en el que el español cuenta con el predominio lingüístico a nivel legal.
En esta época aún no había nada edificado ni construido en la zona.
En el año 768, los musulmanes se apoderaban de Orihuela y su comarca durante 747 años.
Durante este tiempo Benferri era poco más que una torre, aunque la tierra circundante estaba cultivada de viñas y olivares muy productivos.
Desde entonces, Benferri estuvo relacionado con la familia Rocamora, que tras acompañar a Jaime I de Aragón en su campaña de reconquista valenciana, obtuvo en recompensa estas tierras por los servicios prestados en la guerra.
A causa de la gran peste que asoló la región en 1648, se genera un estancamiento demográfico y un retroceso del área cultivada.
Aun así, roturaciones en las tierras de Benferri y en la Matanza no llegaron a paralizarse.
El descenso demográfico se manifiesta en los datos estadísticos disponibles, según los cuales, en 1712, la población era de 22 habitantes.
Todo ello a condición de que la orden abriese una casa-colegio en Orihuela.
Otros eventos del siglo XIX que merecen mención especial son: El encuentro, en 1837, durante la primera Guerra Carlista, sin llegar a enfrentarse, de los carlistas, al mando de Forcadell, e isabelinos, a las órdenes del coronel Hidalgo.
Y, el segundo, el terremoto que casi destruyó la ciudad de Orihuela, sin afectar a Benferri.
La Iglesia consta de tres naves, una central y dos laterales, que se juntas cerca del Altar Mayor acabando con una cúpula adornada con diferentes pechinas a los lados.