Entre las obras destacan la Capilla Real y el Hospital Real, que gracias a una Carta Privilegio dada por los Reyes Católicos en Medina del Campo, el 15 de septiembre de 1504, se decidió la fundación del hospital, que sustituiría al instalado en la Alhambra en 1501.
La construcción fue interrumpida tras la muerte de Fernando el Católico y se reanudó en 1522 por el emperador Carlos V.
En un principio estaba destinado a acoger enfermos sifilíticos, pero desde 1536 tendría nuevos huéspedes: los locos o inocentes, debido a que se cerró el Maristán (antiguo hospital musulmán situado en el Albayzín,[3] junto al Bañuelo).
En 1971 pasó a ser parte del Patrimonio universitario, sucediéndose desde entonces, las labores de restauración y limpieza.
Es una obra ecléctica, donde se mezclan elementos góticos, renacentistas y mudéjares, en la que intervinienen los más importantes artistas del momento: Enrique Egas quien se cree que es el arquitecto del proyecto, Pedro Machuca, Diego de Siloé, entre otros.
El edificio cuenta con una planta de cruz griega inscrita en un cuadrado, en cuyos ángulos hay cuatro patios simétricos, alzándose en el crucero un cimborrio.
En alzado tiene dos pisos, pero en el ángulo suroeste se levanta otra tercera planta, abierta al exterior con balcones conocida como la Sala de Convalecientes, orientada a los Jardines del Triunfo.
Por un amplio zaguán se accede a las diversas dependencias del edificio.
La portada frontal nos introduce a las crujías o naves y la constituye un arco de medio punto, con triple rosca que descansa sobre pequeñas columnillas, enmarcado con alfiz decorado con bolas.
En 1841 la biblioteca universitaria incrementó su patrimonio con un importante conjunto bibliográfico, entre el cual se pueden encontrar libros incautados a los conventos de la capital y su provincia.