Destaca por ser el único patio cuya decoración se completó, de los cuatro que conforman el inmueble.
[1] Se localiza en el lado opuesto a la fachada, formando pareja simétrica con el patio de los Inocentes.
Ambos espacios quedan comunicados mediante una escalera que se localiza en el ángulo izquierdo.
Una serie de ménsulas sostienen una cornisa que conecta los dos cuerpos porticados.
El programa iconográfico repite las alusiones a los Reyes Católicos de la misma manera que el cuerpo inferior, junto a otros emblemas reales localizados inscritos en circunferencias.