El alfarje (del árabe الفارش al-fārš, ‘extendido’) es un techo de estructura plana, compuesta de vigas y tablas llamadas alfarjías, que se decoran con yesería o pinturas geométricas.
Se propagó ampliamente por todos los reinos cristianos de la mano del arte mudéjar.
Sobre la jácena puede colocarse un segundo orden de vigas denominadas jaldetas, cruzadas perpendicularmente y bien sujetas a las primeras.
[3] El techo de alfarje se utilizó fundamentalmente en la arquitectura mudéjar y musulmana.
El alfarje también se encuentra en América, dentro de la presencia del arte mudéjar en este continente, aunque son escasas las cubiertas creadas con técnicas de carpintería que se conservan, se pueden descubrir en espacios reducidos y viviendas nobiliarias de la época.