[1] La carpintería de lo blanco se inscribe en el arte mudéjar.
Los artesanos mudéjares fueron en su inicios musulmanes autorizados a permanecer en los territorios conquistados, por lo que permanecieron viviendo en territorio reconquistado por los cristianos, aunque segregados en barrios llamados morerías o aljamas y bajo su control político, durante el proceso de avance de los reinos cristianos hacia el sur (denominado Reconquista), que se desarrolló a lo largo de la Edad Media en la península ibérica.
Estas estructuras, por su distribución más vertical de las cargas, facilitan una construcción más ligera y rápida, no exigiendo las complicaciones técnicas del trabajo en piedra característico del arte gótico.
El trabajo es colorista y luminoso, tanto en los alicatados, yeserías como en las techumbres.
Se pueden ver motivos formales de tradición islámica, como el ataurique, lacería, mocárabes o epigrafías y también elementos de tradición cristiana como la flora naturalista a la manera repetida del sistema islámico.