Historia del daguerrotipo en América del Sur

Era imprescindible contar con planchas de cobre plateado (donde se formaban las imágenes), y mercurio, para el revelado.

La primera demostración en Lisboa tuvo lugar ante la reina María II, aunque el resultado obtenido fue mediocre.

Tanto en cartas escritas por los dos primeros como en las memorias del último se relatan las impresiones que les dejara la experiencia.

Mariquita Sánchez en carta su hijo le cuenta sobre "la maravilla, la ejecución del daguerrotipo, una cosa admirable" y luego de describir el procedimiento dice que como resultado "ves la plancha con la imagen como dibujada con toda perfección y exactitud".

En junio de 1843 aparecen en La Gaceta Mercantil los primeros avisos en los que Ibarra y John Elliot ofrecen, por separado, sus servicios para realizar daguerrotipos.

Elliot fue el primer profesional que trabajó en Buenos Aires y realizó en ella centenares de daguerrotipos.

Además de Gregorio Ibarra y John Elliot hubo luego en Buenos Aires otros daguerrotipistas como John A. Bennet, cuyo anuncio en La Gaceta Mercantil es del 21 de junio de 1845, Thomas C. Helsby que comenzó su actividad ese mismo año y Adolfo Alexander que llegó a Valparaíso en 1851 y abrió un estudio en Mendoza en 1855.

[4]​ Del mismo modo que en otros países de América del Sur existió un grupo de daguerrotipistas extranjeros que trabajaron profesionalmente en Colombia a mitad del siglo XIX, entre ellos se puede señalar al estadounidense John Armstrong Bennet que abrió el primer estudio fotográfico en Bogotá en 1848,[5]​ al francés F. Goñi, al alemán Emilio Herbrüger y a los ingleses William y John Helsby.

También podría mencionarse a Rafael Sanín que fue discípulo de Herbrüger y trabajaba en Medellín en 1857.

Casi nunca se establecían de forma permanente en una ciudad específica, sino que a medida que iban cumpliendo con lo deseado, se cambiaban de ciudad o país para proseguir con su trabajo.

La prosperidad reinante hizo que se formara una rica burguesía criolla, la cual quería comparar al país con Europa.

La constancia sobre la introducción de una cámara fotográfica (la primera cámara perteneciente a Téllez Girón fue enviada desde París), así como de la obtención del primer daguerrotipo en Cuba, se documenta en artículos publicados en el diario “Noticioso y Lucero” que cronicaban dichos sucesos.

En 1843 Esteban Arteaga el primer daguerrotipista cubano ofrecía en su estudio retratos, imágenes coloreadas, cámaras químicos y enseñanza de “este arte incomparable en 4 días”.

Esteban Mestre, de origen catalán, estableció su galería fotográfica en 1851, manteniéndola durante 30 años.

Mestre y el cubano Francisco Serrano fueron los fotógrafos más destacados de esa época, al iniciar hacia 1857 experimentos con colodión, ambrotipo e impresiones sobre papel.

Vista al daguerrotipo de Valparaíso , en 1852. Autor atribuido: Carleton E. Watkins.
Vista al daguerrotipo de un clíper de tres mástiles, norteamericano. En veleros viajaron los daguerrotipistas europeos que llegaron a América del Sur.
Detalle de un daguerrotipo de la Plaza de la Victoria , con la pirámide de Mayo y la catedral. Buenos Aires , 1854.
Daguerrotipo del antiguo Fuerte de Buenos Aires , hacia el año 1853, comenzando su demolición.
Retrato al daguerrotipo de Lucrecia Guerrero Uribe. Colombia , 1848. Autor: Fermín Isaza .