Ferrotipo

[1]​ Los fotógrafos habitualmente trabajaban en exteriores: ferias, carnavales, etc. Como el soporte del ferrotipo (sin usar el estaño actual) es resistente y no necesita secado, se podrían producir fotografías instantáneas en pocos minutos después de tomarlas.

Comparado con su predecesor más importante, el daguerrotipo, los ferrotipos no eran solo muy baratos sino que también eran relativamente rápidos y fáciles de hacer.

Muy a menudo eran trasladados en aperturas precortadas en álbumes de fotografías del estilo libro.

Uno o más ferrotipos finos, ligeros y resistentes podían ser llevados en el bolsillo de una chaqueta.

Las áreas con menos cantidad de plata, que corresponderían a las partes oscuras del sujeto, eran esencialmente transparentes y se veían negros cuando se miraban en contra del fondo negro provisto por la placa.

Pero debe tenerse en cuenta su alta toxicidad que lo convierte en peligroso para ser utilizado en este o en cualquier otro proceso fotográfico.

Un ferrotipo de un hombre apoyado contra un poste.