El calotipo (del griego “kalos”, bello), considerado como el predecesor de la fotografía moderna, es un método fotográfico creado por el científico inglés William Fox Talbot y basado en un papel sensibilizado con nitrato de plata y ácido gálico que, tras ser expuesto a la luz, era posteriormente revelado con ambas sustancias químicas y fijado con hiposulfito sódico.
Además, el daguerrotipo se utilizaba mayoritariamente para plasmar retratos, mientras que en el calotipo son escenarios y paisajes.
[2] El calotipo tuvo una relación importante con la arquitectura, ya que a partir de 1850 se empleó para registrar sitios históricos, sobre todo en Francia.
[3] Fue el proceso fotográfico más usado entre los que empleaban papel antes del descubrimiento de la copia a la albúmina y se utilizó aproximadamente hasta 1860.
[3] También es conocido con el nombre de «Talbotipo» o «impresión al papel salado» (Salt print en inglés).
[4] Primeramente, el material se recubría con nitrato de plata y yoduro potásico.
La exposición en la cámara, en donde el papel debía de estar contenido en una transparencia oscura, producía una imagen latente.
Después de efectuar su exposición a la luz, el papel era añado nuevamente en esa solución, que actuaba como un revelador físico y mostraba gradualmente la imagen.
Mediante el procedimiento del calotipo, se tomaron mayoritariamente vistas de los grandes monumentos españoles.
En la arquitectura destacó el calotipo, pues, a partir de 1850, se utilizó para registrar lugares históricos, sobre todo en Francia.