Francisco de Leygonier y Haubert

[2]​ Abrió un estudio fotográfico comercial en Sevilla en 1846 para realizar retratos y vender equipos ópticos.

Su mejor cualidad fue la rápida asimilación y difusión comercial de los nuevos medios fotográficos.

[3]​ Está considerado como el primer heliografista tipo Niépce y uno de los más apreciados calotipistas.

Pese a dominar todos los modernos métodos innovadores, siguió practicando el proceso fotográfico del calotipo, al menos hasta 1859.

En el solar del antiguo convento se construyó la plaza Nueva de Sevilla.