Los antiguos griegos fueron los primeros en acumular y sistematizar sus conocimientos, denominándolos con el título de «geográficos», fundando así una nueva disciplina.
Los chinos también desarrollaron para el interior de su territorio un conocimiento geográfico que les permitiría tener un férreo control del mismo.
En el siglo XVII, la geografía tuvo un lugar destacado en la revolución científica que sentó las bases de la ciencia moderna.
Entre los geógrafos del siglo XX destacan David Harvey, Neil Smith, Milton Santos, Yves Lacoste, Horacio Capel, Richard Hartshorne, Ellen Churchill Semple, Doreen Massey Walter Christaller, Torsten Hägerstrand, Carl Sauer, Peter Hall, Philippe Pinchemel, Brian Joe Lobley Berry, Yi-Fu Tuan o Maria Dolors García Ramón, todos ellos con posiciones y posturas muy distintas entre sí.
Por un lado, parece evidente que la visibilidad de la Geografía como disciplina académica ha disminuido a nivel popular.
En la forma contemporánea de entender a la disciplina es la libertad humana (con fuerte influencia del Idealismo alemán).
La cultura griega es la primera en desarrollar un conocimiento ordenado sobre un conjunto de fenómenos que atañen, en sentido amplio, a la Tierra.
Heródoto de Halicarnaso (484-425 a. C.) realizó varios viajes que le acercaron a los confines del mundo conocido por los griegos.
[17] Los primeros mapas existentes encontrados en sitios arqueológicos de China datan del siglo IV a. C. y fueron hechos en el antiguo estado Qin.
Esteban de Bizancio (siglo VI) fue un gramático en Constantinopla y autor del importante diccionario geográfico Ethnica.
[46] Durante la Alta Edad Media, el conocimiento geográfico en las sociedades europeas, se vio prácticamente interrumpido con la decadencia y desaparición del Imperio romano.
Magallanes propuso dar la vuelta al mundo por Sudamérica y descubrió el océano Pacífico, Jacques Cartier realizó su primer viaje a Canadá en 1534.
Este marco fue utilizado por los académicos durante los siglos venideros, siendo los aspectos positivos el período previo a la iluminación geográfica; sin embargo, las mujeres y los escritos indígenas fueron en gran medida excluidos del discurso.
En el período victoriano, la exploración de ultramar le dio identidad institucional y la geografía fue «la ciencia del imperialismo por excelencia».
John Dee usó las matemáticas para estudiar la ubicación, su principal interés en la geografía, y alentó a explotar los recursos con los hallazgos recopilados durante los viajes.
Los viajes al extranjero proporcionaron contenido para la investigación geográfica y formaron teorías, como el ambientalismo.
Leibniz avanzó más hacia el término «distancia», ya que lo discutió junto con «intervalo» y «situación», no solo como una característica mensurable.
Leibniz unió el lugar y el espacio a la calidad y la cantidad, diciendo: «La cantidad o magnitud es aquello que hay en las cosas que sólo puede conocerse mediante su compresión simultánea, o mediante su percepción simultánea ...
Sin embargo, reconoció que la experiencia requiere una interpretación racional: el poder de la razón humana.
La obra de ambos autores aun teniendo gran importancia y ejerciendo una fuerte influencia posterior en muchos geógrafos, no tuvo continuidad en el tiempo.
Sin embargo, la geografía en Francia será desarrollada principalmente por historiadores como Paul Vidal de La Blache, Bertrand Auerbach o Émile Berlioux.
En Gran Bretaña, la institucionalización universitaria será más tardía con fuerte oposición de geólogos e historiadores.
Asimismo la geografía dejaba de ser la ciencia que estudia el planeta entero, para centrarse en su superficie.
Esto que afectó al núcleo de la formulación geográfica como una ciencia puente centrada en las relaciones hombre–medio.
En Estados Unidos, R. Hartshorne (1899-1992) introducirá, aunque tardíamente, las ideas hettnerianas en su influyente obra The Nature of Geography (1939).
También hay que destacar la importante labor del instituto Elcano del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) creado en 1940 y donde se publicó (y se continua publicando) la que sería la revista geográfica más importante de España, Estudios Geográficos.
Todo este movimiento teórico condujo a una preocupación por la percepción humana, los mapas mentales, las imágenes públicas, etc.
Un importante teórico como David Harvey autor del manual de la «nueva geografía» Explanation in Geography (1969) dirá en 1972 que «la revolución cuantitativa ha seguido su curso y aparentemente los resultados son cada vez menos interesantes» y que «nuestro paradigma no está a la altura.
Esta geografía alternativa pretende ser comprometida y contribuir a los cambios revolucionarios que la sociedad necesita.
Entre los geógrafos destacados del siglo XX y de comienzos del siglo XXI se encuentran David Harvey, Milton Santos, Yves Lacoste, Paul Vidal de la Blache, Ellsworth Huntington, Walter Christaller, Halford John Mackinder, Karl Haushofer, Carl Sauer, Yi-Fu Tuan, Horacio Capel, Eduardo Martínez de Pisón, Mike Goodchild, Brian Berry, Peter Haggett, Anne Buttimer, Edward Soja, Ellen Churchill Semple, Paul Claval, Neil Smith y Doreen Massey.