En total, a nivel mundial, hay 673.662 ciudadanos españoles registrados en el PERE.
Es importante destacar que aproximadamente un tercio de esta población ha nacido en España.
Los primeros asentamientos españoles en el territorio argentino se remontan al siglo XVI, y desde entonces muchos españoles comenzaron a asentarse en la región argentina, donde algunos se casaron o tuvieron descendencia con las poblaciones indígenas o esclavas.
[9] En los catorce años que componen los periodos 1885-1895 y 1912-1914, unos 150 000 andaluces emigraron a la Argentina.
Los asturianos se instalaron en las provincias andinas y en el noroeste del territorio argentino.
Desde las primeras décadas del siglo XX, formaron organizaciones de tipo social que permanecen en la actualidad.
Si bien, llegó a ser la 5 ª comunidad autónoma española de inmigrantes en este país.
[13] Los catalanes se radicaron, en general, en la ciudad de Buenos Aires, en Tucumán y en Rosario.
Los meridionales, en Santa Fe, Mendoza, Río Negro, Entre Ríos, dedicándose principalmente al trabajo rural en las plantaciones.
Entre ellos se destacan personalidades como el médico Francisco Argerich, con quien comenzó un linaje local de destacados médicos, o el músico y compositor Blas Parera, hijo de padres catalanes nacido en Murcia y fallecido en Mataró, compositor del Himno Nacional Argentino.
La ciudad con el segundo mayor número de población gallega del mundo es Buenos Aires, donde la inmigración procedente de Galicia ha sido tan importante que en la actualidad todos los inmigrantes españoles, sin importar su origen, a menudo son referidos como gallegos.
Sin lugar a dudas, Argentina es el país del mundo fuera de España con mayor presencia gallega.
[18] Los valencianos se instalaron principalmente en las provincias de San Juan, Santa Fe y Buenos Aires.
Se encontraba al 1002, en la esquina con la calle Bernardo de Irigoyen, y su esplendor lo tuvo en 1910.
La Castellana, en esquina con la calle Lima, era un café al que a principios del siglo XX podía concurrir toda la familia (en esa época se veía como impropio que una mujer concurriera a un café).
En este local se instalaría luego una recordada joyería de nombre Escasany.
Las parejas solían casarse jóvenes y se esperaba que el matrimonio fuera duradero.
Las mujeres tenían roles predominantemente domésticos, mientras que los hombres estaban a cargo de proveer para la familia y asumían un papel más público en la sociedad.
La siguiente tabla muestra la distribución en las 23 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires:[31]