Diferentes estimaciones: La inmigración vasca en Argentina tuvo lugar en su mayor medida a fines del siglo XIX y principios del XX, cuando muchos inmigrantes provenientes de Euskal Herria llegaron a la Argentina.
Argentina fue el país que recibió el mayor número de residentes del Euskal Herria, esto permitió que la cultura vasca influyera en gran medida en la cultura argentina donde hoy, todavía, se preservan estratos vivos de la misma.
A lo largo del siglo XIX el País Vasco estaba sufriendo una gran transformación: estaba pasando de una sociedad predominantemente agrícola y ganadera a una sociedad predominantemente industrial.
Le siguió una etapa posconstitucional entre 1853-1877 en la que muchos emigrantes se instalaron en la Pampa.
En Buenos Aires hay un grupo llamado Euskalzaleak dedicado a la enseñanza del idioma.
Este y otros grupos mantienen contactos con vascos que viajan por turismo o estudios.
[8] La comunidad vasca ha dejado su huella en Argentina como, por ejemplo, la toponimia[5] y los apellidos.
La boina parte del atuendo típico usado por los peones en el campo, asociada con el ropaje gauchesco, es considerada herencia vasca.
El listado es demasiado largo y se incluye sólo algunos nombres prominentes: - Acassuso, localidad situada en el Partido de San Isidro, del Gran Buenos Aires.
- Amenábar, localidad del departamento General López, provincia de Santa Fe.
- Burzaco, localidad que pertenece al Partido de Almirante Brown, del Gran Buenos Aires.
- Comandante Otamendi, localidad perteneciente al Partido de General Alvarado, Buenos Aires.
- Villa Urquiza, barrio que pertenece a la Ciudad de Buenos Aires.
- Zárate, localidad cabecera del partido homónimo, perteneciente a la Provincia de Buenos Aires.