La hipótesis de la Reina Roja (también conocida como el efecto Reina Roja, la carrera de la Reina Roja, o la dinámica de la Reina Roja) es una hipótesis evolutiva de 1973 que propone que los organismos (entendidos como poblaciones o especies) deben adaptarse, evolucionar y proliferar constantemente para sobrevivir mientras compiten con otros organismos en continua evolución, en un entorno además en constante cambio, y conseguir así una ventaja reproductiva frente a sus rivales.
En otras palabras, dicha hipótesis describe la necesaria adaptación continua de las especies solo para mantener el statu quo (estado del momento actual) con su entorno.
Dicha hipótesis enfatizó la importancia y predominancia de las interacciones bióticas sobre las fuerzas abióticas para impulsar la evolución.
[4] Según esta hipótesis planteada por Leigh Van Valen cada adaptación de una especie se corresponde con las adaptaciones contrarias en otra especie que interactúa con ella, de modo que se requiere un cambio evolutivo perpetuo para existir.
La hipótesis de la Reina Roja es utilizada independientemente por Hartung y Bell[7] para explicar la evolución del sexo, y por John Jaenike para explicar el mantenimiento del sexo.
En todos los casos, la reproducción sexual confiere variabilidad de especies y una respuesta generacional más rápida a la selección al hacer que la descendencia sea genéticamente única.
Este concepto sigue siendo similar al de un sistema que obedece a una criticalidad autoorganizada.
Esta carrera armamentista, al igual que el ejemplo mencionado anteriormente, hace que cada lado consuma cantidades cada vez mayores de recursos para superar al otro y obtener una ventaja.
Si se obtiene una ventaja, la carrera armamentista termina y el grupo con más recursos ha ganado.
Sin embargo, por lo general, ambas partes continúan emparejándose paso a paso, lo que desencadena el efecto Reina Roja, ya que no importa cuántos recursos invierta cada lado, ninguno de los dos puede obtener una ventaja.
Esto es por dos razones: Si una mutación ventajosa ocurre en un organismo asexual, es imposible que esa mutación se expanda en la especie sin desterrar las otras líneas evolutivas de la especie, que pueden tener variaciones (menos) ventajosas.
[12][13] El escritor Matt Ridley popularizó el término Reina Roja en conexión con la selección sexual en su libro de divulgación científica de 1993 The Red Queen: Sex and the Evolution of Human Nature (La Reina Roja: sexo y evolución en la naturaleza humana).
En su libro Ridley debate teóricamente sobre los beneficios adaptativos de la reproducción sexual en los organismos donde esta aparece.
Por contraste, los organismos que responden a la teoría de la Reina Roja se encuentran en una carrera armamentista cíclica con sus parásitos.
De acuerdo con la hipótesis determinista mutacional, si la tasa de mutación perjudicial es alta, y si esas mutaciones interactúan para causar una disminución general en la aptitud del organismo, la reproducción sexual proporciona una ventaja sobre los organismos que se reproducen asexualmente al permitir que las poblaciones eliminen las mutaciones perjudiciales no solo más rápidamente, sino también de manera más efectiva[15].La recombinación es uno de los medios fundamentales que explican por qué muchos organismos han evolucionado para reproducirse sexualmente.
Las carreras armamentistas no necesariamente continúan indefinidamente y pueden alcanzar un equilibrio estable o hacer que una especie se extinga, lo que pone fin a la coevolución dinámica[5].Se ha observado evidencia de este tipo de evolución en la dinámica coevolutiva del bacteriófago phi-2 con el huésped bacteriano Pseudomonas fluorescens , observándose una mayor divergencia de la población.
[4] La hipótesis de la Reina Roja también ha sido invocada por algunos autores para explicar la evolución del envejecimiento.
[20][21] La idea principal es que el envejecimiento se ve favorecido por la selección natural, ya que permite una adaptación más rápida a las condiciones cambiantes, especialmente para mantener el ritmo de la evolución de los patógenos, depredadores y presas.
Lo que es aquí, como ves, hace falta correr todo cuanto una pueda para permanecer en el mismo sitio.
Si se quiere llegar a otra parte hay que correr por lo menos dos veces más rápido.