Héctor Veira

Está muy identificado con San Lorenzo, equipo con el que obtuvo varios campeonatos nacionales como jugador y dos muy recordados como técnico.En San Lorenzo salió campeón invicto del Torneo Metropolitano de 1968, integrando el plantel denominado Los Matadores.En 1991, al tiempo que se sucedían las diversas instancias burocráticas propias del proceso legal, el otrora goleador del Ciclón fue contratado por Vélez Sarsfield, club contra el cual había debutado como jugador hacía 28 años, para hacerse cargo del primer equipo, sucediendo a Roberto Rogel, a fin de hacer frente al Torneo Apertura 1991.Curiosamente, en su último partido como entrenador del Fortín, sus dirigidos golearon 5:0 a Huracán en el Estadio José Amalfitani.En enero de 1997 inició un ciclo en Boca Juniors, en el cual lanzó su famosa frase “La base está”.Su nombre fue promovido por varios socios e hinchas, que recordaron su exitoso paso por el club en 1986.Su biografía, al 2008 con cinco ediciones, fue elaborada por los periodistas Damián Pussetto y Hugo Rey bajo el título: “Bambino Veira.El Bambino dejó atrás su faceta periodística y su etapa televisiva para volver en un puesto clave para la recuperación del club.Esa noche el muchacho le contó a su madre que Veira lo había violado.En el juicio se probaría que la declaración de su sobrina era falsa, siendo condenada en el año 1995 a dos años de prisión en suspenso por falso testimonio más un resarcimiento económico para la familia del menor afectado.[2]​ La sala IV de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional, compuesta por los jueces Alberto Campos, Luis Alberto Escobar y Eduardo Valdovinos, revocó la condena y absolvió a Veira aplicándole el beneficio de la duda, al considerar que la prueba reunida no alcanzaba para comprobar la existencia material del hecho que se le imputó.[6]​[7]​ Logró reinsertarse en el mundo del fútbol, pero durante mucho tiempo fue recibido en los estadios al grito de “violador”.[11]​[12]​ En 2017, Guido Suller contó que fue acosado sexualmente por Veira en un baño de un restaurante cuando tenía 16 años.[14]​[15]​ Tiempo más adelante, ya en 2019, la estatua fue colocada nuevamente a pocas cuadras de su ubicación anterior.
Héctor Veira jugando para San Lorenzo de Almagro en 1966.
Veira y Fisher jugando con San Lorenzo en 1967.