Los francos habían actuado como aliados del Imperio romano desde los acuerdos que Valentiniano llegó con ellos durante su gobierno.
[3] La represión que llevaron a cabo los militares de Honorio tras acabar con Jovino, en la que ejecutaron al rey franco Teodomiro y a su madre Ascila, no hizo sino empeorarla y llevó a que los francos tomasen y saqueasen la ciudad de Augusta Treverorum (Tréveris) como venganza.
[6] Saquearon las poblaciones cerca del río y se dirigieron a Augusta Treverorum que pusieron bajo asedio.
[6] La campaña de Castino tuvo que ser brillante ya que le valió el ascenso al cargo de magister militum y quedó como comandante supremo del ejército.
La presencia militar romana en el Rin no se reforzó significativamente lo que permitió que, pocos años más tarde, en 424 o 425 y aprovechando otra nueva guerra civil romana, los francos volviesen a cruzar el río y se hiciesen con el control de la provincia de Germania Secunda.